Dificultades técnicas y una crisis de vocación (?) nos dicen que -por ahora- Cosas por el estilo llegó hasta acá. Pero a no desesperar, nos pueden encontrar en Twitter: somos @claudiobarros y @loliva, a sus órdenes. Y cuando nadie lo espere, volveremos y seremos Milone.
Una banda de viejitos jamaiquinos está dando que hablar en el mundo de la música hoy. Su fenómeno se puede comparar con el de Buena Vista Social Club, aquellos salseros cubanos que alcanzaron celebridad mundial con un promedio de 90 años de edad.
Ahora, The Jolly Boys vive una segunda juventud cuando la mayoría de sus miembros originales están muertos. De la mano de productores blancos (como ocurrió con Buena Vista), la legendaria banda de mento (género del que bebieron después el rocksteady, ska y, por supuesto, el reggae) acaba de editar un disco de covers de clásicos del rock, llamado “Great Expectation”. Entre los tracks está una versión de “I Fought the Law” (The Clash) y una muy buena de “Rehab” (Amy Winehouse), que es el primer corte.
En este video (no lo encontré subtitulado en español), producido para difundir “Great Expectation”, los propios Jolly Boys cuentan su historia, que empezó allá por 1955 en Port Antonio Jamaica.
Los iconoclastas británicos entregan esta versión enchufadísima de «Rocks», una canción de su disco maldito: «Give Up but Don’t Give Out». Es en vivo en los míticos estudios Abbey Road de Londres.
Nota: el video lo twitteó Andres Calamaro.
Muy popular desde hace tiempo en ciertos círculos intelectuales de EEUU, se hizo conocido en todo el mundo gracias a la película «American Splendor», una adaptación de su comic en la que el propio autor se retrata a sí mismo.
Hoy, Harvey Pekar pasó a mejor vida a los 70 años. Para recordarlo y como homenaje, dejo este fragmento de cuando otro gigante, Anthony Boudain, lo visitó en un capítulo de su programa de TV «Sin reservas». Lamentablemente, no lo encontré traducido, pero lo mejor es ver el programa completo, que anda rotando por ahí en la tele.
Este es el ránking de los 20 diarios on line con más usuarios únicos de la Argentina en mayo 2010, según Certifica (el IVC de los diarios digitales).
Como siempre , Clarín.com es el primero, duplicando en visitantes a la LaNación.com y Olé.com.ar. El más leído de las provincias es LaVoz.com.ar, que está quinto, pero su diferencia con LosAndes.com.ar es cada vez menor.
También hay que destacar que todavía figura CríticaDigital.com.ar, en el puesto 12, aunque ya en junio seguramente saldrá del ranking porque no está publicándose por su grave situación financiera (empleados en huelga incluido).
Y una aclaración: no aparecen sitios con mucho tráfico, como Infobae.com o Minutouno.com.ar, porque no son medidos por Certifica, el único organismo avalado por el IAB (Interactive Advertising Bureau).
(Click para agrandar)
Tenés mail, Facebook, Twitter, Home Banking, correo laboral, un blog, Taringa, Linkedin, Flickr y quizá más, muchos más lugares a los que ingresás con usuario y contraseña.
¿El problema? Si querés que todas las contraseñas sean seguras deben ser diferentes entre sí, y el inconveniente es que la cabeza no nos da para recordarlas a todas -en particular a mí que uso casi la misma para todo- y especialmente aquellas que no ocupamos tanto.
Para todos esos problemas digitales hay ahora una solución 100% analógica y se llama Password Card.
La propuesta de Password Card es imprimirse una tarjeta -del mismo tamaño que una de crédito- que tiene números en el costado izquierdo y símbolos en la parte superior. Para armar una contraseña segura bastará elegir una serie alfanúmerica combinando un símbolo y un número. Así para entrar, por ejemplo, a la cuenta del banco sólo hay que recordar un símbolo y un número.
Ingresando a la página hay una explicación muy clara de cómo funciona y hasta qué hacer si uno la pierde o se la roban (junto con la billetera, obvio, ya que nadie nos robaría una tarjetita colorinche y pedorra)
El sistema es bastante simple, aunque hay que reconocer que es complicado estar sacando la tarjetita cada vez que hay que ingresar una contraseña.
El método tiene el punto fuerte de crear contraseñas súper seguras contra la debilidad de tener la tarjeta a mano para ingresarlas. En fin, no se puede tener todo en la vida
Claudio Barros
Leo Oliva
Cosas por el estilo 